viernes, 23 de septiembre de 2011

Habiendo sido así contigo

¿Qué es la muerte, después de morir? Al irte te llevaste un poquito de mi, te lo regalo. Porque no soy con nadie como era contigo:


Nuestras miradas ya no se cruzan cómplices, ya no escucho Nena con tu voz, ya no hablamos en clave y risa, ya no me convences de cómo piensas dándome la razón, ya no te inventas las canciones ni te las canto enteritas yo, ya no colgamos juntos los cuadros ni te cambias cada mañana de reloj, ya no me dices que no me dé con la cuchara en los dientes, ya no llegas a casa por las noches con tu maletín, no me quitas el hipo con el dedo, no me mides la fiebre con la fuerza, no me haces reír aunque no quiera diciendo no te rías, ya no espero a verte para saber tu opinión, ya no me ves hacerme mayor, ya no me acaricias la espalda, ni sirvo tres copas de vino para cenar, ya no te sabes los últimos fichajes de los Yankees, ya no mueves la mesa con el tembleque de tu pierna, ni oigo tu maquinilla de afeitar, ya no me preguntas qué corbata queda mejor, ya no hacemos esa tontería del brazo antes de agarrarnos, ya no adivinas la hora exacta con minutos, ya no te despierto con cosquillas en los pies, ya no llamo ¡Papá!


Éramos tú y yo, y yo seguiré habiendo sido así contigo... Cuando estabas tú.


Ven a mis sueños

Antes de anoche soñé que estaba a tu lado, sentada y recostada sobre ti. Sentía el tacto de tu cazadora azul... Y detrás de ella estaba tu cuerpo, que me abrazaba, me daba seguridad en el mundo y en mi misma; y estaba tu vida, que me daba amor, principios y fines, risas y más amor; y desde las mangas asomaban tus manos siempre calientes cuando las mías se quedaban frías; y tus uñas, cuadradas como las mías.

No sé por qué algunas noches te puedo ver y muchas no. Sueño despierta que sueño contigo de noche. Antes estaba tu vida y estaba tu cuerpo. Esta noche Papi, por favor, ven a mis sueños.