Un sábado por la tarde a la hora de la siesta en nuestra casita de Guaynabo, tumbados en el sofá viviendo el tiempo simplemente, era fácil que sonara esta canción:
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"Et erunt signa in sole, et luna et stellis
Et presura gentium prae confusione sonitus maris."
Et presura gentium prae confusione sonitus maris."
Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas;
y en la tierra, angustia de la gente,
transtornada por el estruendo del mar.
"El mundo se creó al principio...
Y todo lo que necesitábamos era por él,
Y sin él no era nada.
La gloria, nirvana,
Eterno nirvana.
La gloria, nirvana,
Eterno, nirvana."
y en la tierra, angustia de la gente,
transtornada por el estruendo del mar.
"El mundo se creó al principio...
Y todo lo que necesitábamos era por él,
Y sin él no era nada.
La gloria, nirvana,
Eterno nirvana.
La gloria, nirvana,
Eterno, nirvana."
Y sí, algunos años más tarde... hubo señales en el sol, en la luna y en las estrellas. Señales de que llegabas tú. Y en la tierra hubo angustia de la gente, trastornada por el estruendo del mar al ver que te ibas.
Pero al comprender que lo que nos enseñaste quedaba en nuestras cabezas y lo que nos quisiste en nuestros corazones, volvió a sonar esta canción. Y nos hizo sonreir por tí.
Pero al comprender que lo que nos enseñaste quedaba en nuestras cabezas y lo que nos quisiste en nuestros corazones, volvió a sonar esta canción. Y nos hizo sonreir por tí.
1 comentario:
Peque, eres admirable!
Pd: y "abrazable", así que super abrazo koaleño...
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