Yo ya he pasado lo peor del mundo, que es descubrir que nadie, nadie, es imprescindible para que la vida siga.
Y sigue; Y como lo peor ya ha sido, todos los viajes que haga serán maravillosos.
Ahora nos vamos a Nueva York con los tuyos –los nuestros- a un viaje que tanto deseaste, que tanto imaginamos, que tanto habrías disfrutado y en el que tanto nos acordaremos, tanto nos reiremos…
Y qué precioso papá, reírnos pensando en ti. Si estos días sientes cosquillas seremos nosotros rascando el cielo.
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