viernes, 23 de diciembre de 2011

Contar con perderte

Volver de un caluroso Puerto Rico, de un cálido Brasil, o de un Perú templado… Y llegar al frío seco en España.


Así comenzaron muchos años nuestras vacaciones de Navidad. Estofar las maletas con jerséis era la señal. Los regalos, los preparativos, el vuelo en sí era parte de un viaje mucho más grande; Grandioso. El reencuentro con nuestra familia al otro lado de la puerta de ‘salida, nada que declarar’ en Madrid, o en Bienservida echar un primer vistazo al final de la cuesta desde el coche, y al llegar a la plaza intuir a algún primo esperando detrás de las cortinas del balcón y correr a tocar el llamador de la casa de la Abuela.

Cuatro Navidades sin ti… y no tenerte empieza a convertirse en lo normal. Tu nombre ya no está en ninguno de los papelitos del amigo invisible, irónicamente, porque eres el único al que no vemos. Pero estás en nosotros y nos duele y encanta perderte, porque te escapas siempre... en nuestra risa. Si es así, contamos con perderte unas Navidades más, sin dejar nunca de quererte.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Estamos bien

Aprender a vivir sin alguien con quien has aprendido casi todo…

Por eso anoche, cuando cruzó las puertas del aeropuerto dándose la vuelta para regalarme un último gesto de “hasta luego, gusita”, mamá no se embarcaba hacia Berlín, aunque también, pero sobre todo hacia la vida, hacia el Vamos a estar bien que te prometió.


Estamos bien.
Feliz Aniversario, Papá y Mamá


jueves, 17 de noviembre de 2011

Las cosas fundamentales

Dos, quizá tres troncos fuertes… ramas esjajás de aceitunas y hojas siempre despeinadas. Las huellas de un tractor, las voces de los jornaleros a media mañana, las mantas que cubren los pies del árbol, el sonido del vareo, los sacos petados en un remolque, el tacto de un ramillete para la Abuela, el olor de la almazara a la entrada del pueblo, una botella y una garrafa, el gusto limpio y aterciopelado de la vida que hemos plantado.

Rojos, amarillos, verdes… y el cielo. Estos colores pintan a Papá en mi recuerdo. El campo labrado granate, la paja rubia en verano, la recogida de la aceituna en invierno, las hojas verdosas, fuertes y finas del olivo.

Papá murió en mis brazos. Yo le abrazaba por el lado izquierdo y mamá, al otro lado, le acariciaba el flequillo. En los segundos antes de dejar de respirar, di un beso a papá y le dije “Papi, te quiero”. Mamá le llamaba cariño y le decía que estaríamos bien, unidas y unida toda la familia. Esas fueron nuestras últimas palabras en su vida.

En los suspiros finales no se dice: Que sepas que vamos a poner las puertas del piso blancas; Estoy pensando en cambiar de coche; O por cierto, si se da el caso ¿qué quieres que hagamos con la finca?

Son asuntos que importan, sí, y unos más y otros menos. Pero no son fundamentales.

El beso a Papá, las palabras bonitas, los últimos segundos juntos, los tres para siempre, promesas de perpetuar el amor… Esas son las cosas fundamentales.

En la voz de tu Louis Armstrong:


"Debes recordar esto:
Un beso sigue siendo un beso; un suspiro es sólo un suspiro.
Las cosas fundamentales permanecen
Con el paso del tiempo"

Siempre nos quedará… ese momento, que fue el principio de una nueva… vida. “Sam, tócala otra vez” para no olvidar lo verdaderamente imprescindible, lo fundamental.


domingo, 30 de octubre de 2011

Flores a Papá


Las flores son bonitas

Para quien las puede disfrutar.

Yo no quiero llevarte flores,

Querría llevarte a pasear.


Las flores son preciosas

Para quien le puedan consolar.

No quiero llevarte flores,

Ni tú ni yo las podremos cuidar.


Mejor le regalo unas a mamá

Para verlas cada mañana y cada noche y recordar,

Con su olor y sus colores,

Las que teníamos allí en casa nada más entrar.


No quiero llevarte flores, pero

¿qué más te puedo llevar?

A ti te llevo todos los días,

No me hace falta uno especial.

No, no quiero llevarle flores a Papá.


Temo verlos llegar

Y alrededor de tus huesos

Juntarse a llorar.

Ya no puedes darme besos

Como aquellos que me tenías que robar.


Un día talvez lleve flores.

Pero tú seguirás sin estar.

Estar sin ti ya es para siempre y nunca va a terminar.

No me importa quien no entienda que no,

No quiero llevarle flores a Papá.




jueves, 13 de octubre de 2011

Siempre a mejor

Papi, tengo buenas noticias.

La vida va bien.

Los días trascurren alegres, con bastante trabajo, un poco de cansancio y muchas ganas. Las semanas pasan de jueves en jueves, y las tardes se enredan con películas, paseos, cenas. Los fines de semana ya no sirven para descansar. Y aquí seguimos con este empeño de que cualquier excusa es buena para celebrar.

Buen humor, un aperitivo que se alarga entre risas, unos amigos dispuestos a cambiar de plan a última hora para brindar, una familia incondicional. Sí, la vida va bien. Y la risa es una constante, aunque querría tanto brindar contigo también...




Miro hacia arriba y no veo, no te veo. Pero me das luz. Las cosas han cambiado mucho y muchas veces desde aquél abril. Y desde ese mal momento todo va siempre a mejor. Tú no te sientas sólo, que aquí estamos todos juntos.

Papi, tengo buenas noticias.

La vida va bien.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Habiendo sido así contigo

¿Qué es la muerte, después de morir? Al irte te llevaste un poquito de mi, te lo regalo. Porque no soy con nadie como era contigo:


Nuestras miradas ya no se cruzan cómplices, ya no escucho Nena con tu voz, ya no hablamos en clave y risa, ya no me convences de cómo piensas dándome la razón, ya no te inventas las canciones ni te las canto enteritas yo, ya no colgamos juntos los cuadros ni te cambias cada mañana de reloj, ya no me dices que no me dé con la cuchara en los dientes, ya no llegas a casa por las noches con tu maletín, no me quitas el hipo con el dedo, no me mides la fiebre con la fuerza, no me haces reír aunque no quiera diciendo no te rías, ya no espero a verte para saber tu opinión, ya no me ves hacerme mayor, ya no me acaricias la espalda, ni sirvo tres copas de vino para cenar, ya no te sabes los últimos fichajes de los Yankees, ya no mueves la mesa con el tembleque de tu pierna, ni oigo tu maquinilla de afeitar, ya no me preguntas qué corbata queda mejor, ya no hacemos esa tontería del brazo antes de agarrarnos, ya no adivinas la hora exacta con minutos, ya no te despierto con cosquillas en los pies, ya no llamo ¡Papá!


Éramos tú y yo, y yo seguiré habiendo sido así contigo... Cuando estabas tú.


Ven a mis sueños

Antes de anoche soñé que estaba a tu lado, sentada y recostada sobre ti. Sentía el tacto de tu cazadora azul... Y detrás de ella estaba tu cuerpo, que me abrazaba, me daba seguridad en el mundo y en mi misma; y estaba tu vida, que me daba amor, principios y fines, risas y más amor; y desde las mangas asomaban tus manos siempre calientes cuando las mías se quedaban frías; y tus uñas, cuadradas como las mías.

No sé por qué algunas noches te puedo ver y muchas no. Sueño despierta que sueño contigo de noche. Antes estaba tu vida y estaba tu cuerpo. Esta noche Papi, por favor, ven a mis sueños.


miércoles, 27 de julio de 2011

Inventar el mejor sueño

Anoche soñé contigo. No recuerdo nada nada nada, sólo la sensación de haber estado contigo. No recuerdo verte, ni qué hacíamos, ni dónde estábamos.

Pero sé que sí; Esta mañana desperté con un abrazo tan irreal como persistente.

Estiré una media sonrisa automática… Y me sentí atontada, como cuando se hace un viaje largo, emocionante junto a una persona y, al acabar el viaje y separarse, de pronto queda un silencio desconocido antes de emprender camino.

La ausencia del vacío no se siente. Lo que siento es que no puedas llenar mis sueños todas las madrugadas. Y que cuando sí te acercas a mi almohada no puedas quedarte para siempre y que al abrir los ojos se borren mis mezclas de recuerdos e imaginación.

Pero tengo buen despertar. Y siempre puedo jugar a inventarme el sueño… Esta vez digamos que estábamos simplemente tomando unos pipes.


martes, 26 de abril de 2011

Cada año esa misma sensación

Miro una foto, esta tontería tan mía. Pienso en lo que sé, y le sonrío a mi pequeña: Si tú supieras…

Que tu vida está a punto de cambiar para siempre.
Que la vida seguirá cambiando… siempre.
Que el mundo es muy pequeñito, pero grandioso.
Que tu familia es tu tesoro.
Que disfrutarás disfrutando.
Que el hielo es azul.
Que tendrás que perdonar y pedir perdón.
Que escribirás… mucho.
Que nadie es imprescindible para que la vida siga.
Que las personas son maravillosas.
Que las amistades hechas en el camino te acompañarán todo el viaje.
Que en los momentos más difíciles, reirás y harás reír.
Que Papá…
Que a veces la vida es injusta, pero que nunca hay que caer en la desesperanza.
Que la risa es un motivo de inspiración.
Que, en fin, toda la gente es persona.
Que las hormigas fritas… están bastante buenas.

… Que vas a seguir haciendo tonterías. Toda la vida.


VICENTE dijo...

LO BONITO DE CUMPLIR 19 AÑOS ES COMPROBAR BIEN DE MAÑANA QUE TE SIGUES SINTIENDO COMO EL DÍA DE ANTES, CUANDO "SÓLO" TENÍAS 18. AÚN ES MÁS BONITO SI CABE COMPROBAR CADA AÑO ESA MISMA SENSACIÓN. "LOS 18" SON PARA SIEMPRE CUANDO SE ES TAN POSITIVA Y ALEGRE COMO TÚ, Y LO BUENO ES QUE CADA AÑO TE LO RECUERDAN LOS QUE MÁS TE QUIEREN.

DESDE EL OTRO HEMISFERIO CON TODO MI AMOR.

PAPÁ


Yo digo…

Lo bonito de cumplir 24 años es comprobar bien de mañana que me sigo sintiendo como el días de antes, cuando “sólo” tenía 23. Aún es más bonito, si cabe, comprobar cada año esa misma sensación. “Los 23”, como “los 18” y como todos, son para siempre cuando se es positiva y alegre, y lo bueno es que cada año me lo recuerdan los que más me quieren.

Papá, siento todo tu amor desde… otro hemisferio.

miércoles, 13 de abril de 2011

Nosotres

Yo llevaba mi sudadera azul de New York.
Después, aún en la habitación me senté a mirar a Papá, que ya no era.

Y sin embargo… ahí estabas.

Blanca se sentó a mi lado: ¿Ya?
Sí. Porque ya descansabas. Y nos levantamos.

De eso hace ya tres años: el tiempo que duró nuestro primer viaje juntos. Mamá y yo llevamos ya ese tiempo, otra vez, en otro viaje.

Tres, como nosotres.

Riendo

Papá,

El año pasado la liamos en misa. Se nos da bien reírnos en las iglesias, es de familia. Y el que a los suyos parece…

Tío,

Hace tres años que vives en nuestro recuerdo. Siempre que me encuentro ante una situación difícil pienso en cómo la resolverías tú y siento como si lo fuera a conseguir. Porque tú guías mis pasos, porque vives en mí.

Risa de esa: tan incontenible como involuntaria, aunque una vez que empiezas es mejor embaucar a un compañero dándole pataditas disimuladas.

Vives en nosotros cuando tenemos que elegir entre lo que está bien y lo que es más cómodo; cuando ante los reveses de la vida tenemos que elegir entre ser positivos o dejarnos llevar por el pesimismo.

Y así estuvimos contigo aquél día: como fuimos com você, como éramos y somos aún.

Y entonces siempre reímos y tú ríes con nosotros porque así es como vivías y nosotros no sabemos vivir de otra manera.

Vivimos en la risa, como si fuera un sueño. Pero es que la risa es lo más auténtico de la vida: Somos ri-sueños realistas.

Sé que estás ahí, entre los puntitos brillantes que habitan el cielo. Lo sé porque eres la estrella que ilumina nuestra vida y te siento cada noche y sé que estás conmigo.

Si estás en el cielo, estarías partiéndote de risa también. Si no estás en el cielo porque no existe, y yo simplemente estoy escribiendo… Bueno, al caso es lo mismo, porque te imagino así, riendo, y me sonrío.

Hoy no la liaremos en misa, pero antes y después reiremos y estaremos alegres porque sabemos que esos son tus momentos preferidos.

Como quieras ser recordado, así debes vivir... Digo yo. A ti sólo pueden evocarte alegre… porque no hay otro tú.

Tío, te dejo ahora, que ya está toda la familia reunida y no quiero perderme ninguna tontería…ya sabes, jeje. También eso lo he aprendido de ti : D

Bueno, Papi, me despido por ahora: Me esperan en misa. Pero ya hablaremos, porque tengo que contarte algunas tonterías.

martes, 5 de abril de 2011

San Vicente

Mamá me regañó:

"TE PARECES A TU PADRE".


Quiero que siempre me regañen así.



sábado, 2 de abril de 2011

Que brilla

A veces me duermo luchando con el pensamiento de que se va borrando tu recuerdo hasta que un día sólo quede una lucecita en mi corazón.

Entonces confío en tu bigote. Y deseo sorprenderme con un gesto escondido, estarás en una idea brillante y en cada palabra bien dicha, en algún acto de honor, en cualquier buen pensamiento, en toda la alegría.

Tendré que conformarme, porque en la vida no tenemos todo como y cuándo uno quiere, dijiste. Por eso hay que aprovechar. Eso hiciste. Y yo hago lo mismo, Papi, vaya que algún día me convierta yo en una lucecita.

Hace unos años celebré también tu cumpleaños sin ti, aunque por muy distinta razón que hoy:

domingo, abril 02, 2006
Dos de abril

Hoy hace sol en Madrid. Corre fresquito en el patio. Guiño un ojo y frunzo el ceño para evitar el sol en mis ojos; todo se ve brillar. Aquí el aire está callado, de vez en cuando oigo un coche pasar. Estamos todos juntos, y vamos a celebrar tu cumpleaños sin ti.

En casa estará nublado, o quizá un día de suerte y haya cielo azul. Más que fresquito, cada día hace más frío. Coquí os persigue por el pasillo mientras os arregláis. Doce pisos más abajo, la calle es ruidosa y especial. Pasan los (taxis) ticos, pi pi pi pitan, ¡Le llevo señora!

Parecidas, diferentes, igualitas y nada que ver. Así son Madrid y Lima un dos de abril de dos mil seis. Y a un lado del planeta unos se acuerdan, todos celebran... Que hoy en todo el mundo es dos de abril.
Feliz cumpleaños.

Entonces Mamá y tú me felicitasteis a mi:

Maria J. dijo...

Mihijita, tu como siempre dando en el clavo. Desde luego que estamos juntos, aunque estemos separados porque nos une lo mejor y mas dulce que hay en el mundo y es el AMOR. Te quiero, tesoro. Mami.

Vicente dijo...

Preciosa, sabes decir las cosas como nadie. Leyéndote se puede visualizar lo que escribes y es exactamente así, como lo vives, como lo cuentas, como lo sientes.
Te quiero

Vuestras palabras escritas, escritas siguen. Y así cada vez que quiero leo y releo Vicente dijo… Te quiero.

sábado, 19 de marzo de 2011

Feliz día

¿Cómo puedes no estar ni ser, si en este mundo sigues siendo Papá?



María Jesús y la Nena seguimos aquí, siendo tú.
No sé qué me dirías... pero yo te diría: Feliz día del Padre, Papá.


martes, 15 de febrero de 2011

Desde dentro

Pienso en insignificancias, talvez, pero que lo significan todo, seguro: en el tacto de la moqueta de la salita en mis pies descalzos, en tus zapatillas de estar por casa, en los escalofríos de mamá al lado de la estufa… la humedad, los deshumidificadores… Y nosotros. Los tres. Allí, de noche, contándonos cosas del día.


Estar a un día soleado de ver nítida la costa del Pacífico desde la ventana, tener vistas privilegiadas a una de las huacas más antiguas de la cultura Lima iluminada y unos ventanales de cara a un magnífico campo de golf, verdecito.


Si, todo lo apreciábamos, lo absorbíamos y disfrutábamos.


Pero era desde dentro de los cristales de nuestras ventanas donde forjábamos nuestra historia. Mamá y yo seguimos contándonos nuestras historias por las noches, y tú sigues dentro.

Todas las noches querría que llegaras a casa y te sentases con nosotras a contar y a escuchar. Querría que la otra noche te hubieses apuntado al vino de celebración, al cine, o al picoteo… Y así. Pero no vienes. Y entonces cada vez que no estoy con mamá ella no está contigo.