martes, 28 de octubre de 2008

Como tú

Tú decías que se puede cambiar el mundo haciendo el bien, despertando alegría en los que tenemos a nuestro alrededor. Y lo fantástico es que eras impecable en “predicar con el ejemplo”. Sí, así se cambia el mundo de quienes nos acompañan. Tú cambiaste muchos mundos, todos los que conociste y tuvieron la dicha de conocerte, para muchisisisisisiiiiiísimo mejor.

Nadie más hay tan afortunado para decir que eres el centro de nuestro mundo. Y yo quiero ser como tú.



Más chulos que un ocho. Qué inventaremos, petetes, cuánta tontería junta, no nos quedará, hay que ver, como dos goticas de agua, lo mismico, qué pavos, qué tontacos, cómo os gustará, míralos, tal para cual, qué risión.

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Lo mucho que viví

te lo debo a tí.
No sé por qué.

Lo que yo sentí,
lo sentí por tí.
....










Todo lo que ví,

lo aprendí de tí.
No sé por qué.
Lo que puedo recordar
me recuerda a tí.
No sé por qué.

En mi vida tuve mil elecciones
pero siempre quise ser como tú.











Quiero ser como tú igual que tú,

ni mejor ni peor,
igualita que tú.

Quiero ser como tú
igual que tú.

Necesito cruzar tu mar nadando
hasta donde tú estás.

Quiero ser como tú igual que tú
...










La vida, mis sentimientos, nuestras elecciones, tus enseñanzas, todos los recuerdos;
Tú, papá.

Yo contigo, si tú te atreves yo también, juntos a la de una, a la de dos y a la de tres. Yo, como tú.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya lo eres, hija mía. Aprendiste rápido, cariño. MM.

Anónimo dijo...

Paloma, en tus escritos puedo escuchar a Vicente.
Ya lo eres Paloma!!!! ...igual a papá!!!.
E